lunes, 26 de abril de 2010

INTRODUCCIÓN, RECONOCIMIENTOS

190803

Buen tiempo acaricié la idea de escribir. De una familia en la que se cultivó la intelectualidad, de jóven tuve tal inclinación.
Guardo vívida la imagen de mi abuelo como intelectual de buen nivel. El contó con interesante caudal de erudición, al que se aferró hipertrofiando su intelecto. Vivió el rigor, y lo imponía a los demás, en su condición de patriarca. Rigor impuesto, por ejemplo, en su intransigencia para con la pusilanimidad. Decía, de la mesa hay que levantarse con algo de apetito, así cuidó su cuerpo comiendo austeramente. Probé de todo, me decía, pero nada me agarró. Pero, yo que, de muy pequeño compartí bastante con él, conocí su corazón, conocí su buen grado de afecto. Infundía temor, más nadie se sintió rechazado por él. También decía, vivir con austeridad nos prepara para la adversidad.
El decía, no dejes que el corazón se sobreponga a la razón, adjudicándose una suerte de consigna que, colisionaba con lo que en su corazón habitaba. Esto era mal tolerado por su sensibilidad por lo que, vivía nervioso. En otras instancias, vivía el desprendimiento en grado que pocos lo hacen. Parafraseaba a Julio César diciendo, no sólo hay que ser honesto, también hay que mostrarse tal, y vivió la honestidad sin el menor resquicio. Podría hablar mucho más de él, tal, no es el propósito. Abuelo me escribía muchas cartas, llenas de vida, lo que despertó en mí la disposición a escribir. Mi profunda gratitud para con él.
Mi padre fue una versión más suave. De razón hipertrofiada también, aunque mucho más afectuoso. Riguroso también, oponiendo mucha tolerancia. Depositó en mí la semilla de la Confianza, sentirme incondicionalmente aceptado por él, me hizo sentir un hijo amado, depositó también en mí, la semilla de la Dignidad. Cuando le consultaba, por el inmenso respeto que le prodigaba, me decía, y vos que pensás, titubeando respondía, eso es lo que tenés que hacer me decía, sembró la Libertad. Me decía, sé que sos tenaz, lo escucho como si me lo estuviera diciendo ahora mismo, me invitó a la Autonomía. Se ocupaba demasiado, así, viví algo de Orfandad. Pero no descuidó su rol aglutinante convocando a la familia a compartir juntos momentos sencillos, naturales y especiales, así me pasó el mensaje crucial de los Vínculos.
Ambos fueron Padre para mí, conjugarlos acrecienta mi gratitud.
Al sentirle a mi madre, siento su predominante y exquisita sensibilidad, me pasó algo de que vivir, duele, lo que entorpeció el enriquecimiento oportuno de mi Corazón. Para mí, aquí, el inicio de algunos desajustes. No enriqueció ni anuló mi Corazón. Mis padres como esposos no vivieron la aveniencia, lo que marcó, en mí el deslucido modelo de matrimonio. Me refugiaba en el silencio sin caer en la inacción ya que desde que tengo memoria me recuerdo reflexivo. Esto despertó en mi la Curiosidad por la Humanidad, y despertó mi Vocación Central, que tropezó décadas, por el sufrimiento que me generaba la aludida desaveniencia. Igual, amé a mi madre, la amo mucho. Ella disfruta con plenitud, de mi incondicional dispensa, materializada en mi Profundidad. Vivió su Maternal Virtud soportando, sin derribarse, vicisitudes e injurias frecuentes. Hoy, la vivo en paz, ella también sabe de mi gratitud.
Prosiguiendo en sentir a las personas más importantes de mi vida, aparece la madre de mis hijos, con quien colisioné en razón de provenir ella de un fortísimo matriarcado, y yo de un fortísimo patriarcado. La relación tuvo grado de apacibilidad, con respeto, y buen grado de comunicacuón. Mi gratitud a ella respecto de la conciencia de lo Fundamental de ser esposos.
Mis cuatro hijos son lo más vitalizante de mi Existencia, así, y en ellos viví, el Sentido de mi Vida: ser hijo y padre. Confío haber depositado en ellos semillitas que le servirán. Hoy, vivo la serenidad, de verlos hacer bien sus caminos, mayor complacencia no conozco. Gracias, Hijos.
Mi amigo Carlos Arestivo intervino decisiva y oportunamente. Muchas Gracias, Carlos.
Mi amiga Virginia Liva fue la que más decivamente intervino. Compartí con ella muchos años. Ella logró llegar a la Esencia de mi Corazón, ayudando decisivamente a activarla para el despliegue su crucial rol armonizador. Ella logró dar con el cauce para encontrar el camino de Hacerse Persona, dispensará no lo haya logrado. Pero que yo logre plasmar este trabajo se lo debo a ella, en él vivo la misión de Cooperar con la Redención.
No puedo dejar de mencionar a Alberto Dupetit, Jesús Montero Tirado, y Antonio Cosp, tres excepcionales sacerdotes que, me ayudaron en mi Apertura a la Gracia. También a los sacerdotes Horacio y Nicolás.
Tengo la idea de que las numerosas corrientes, y los numerosos Movimientos fracasan porque, aún montados en bondadosas, y con sanas intenciones, pretenden dar cohesión a la comunidad, descuidando el paso fundamental del, encuentro del hombre consigo mismo. Reitero, llamarle paso fundamental, ya que está en el mandamiento más grande.
En ausencia total de inmodestia, yo me considero un pequeño pensador que, desarrolló modesto grado de percepción y criterio propios. Me considero infante observador de la naturalidad que, cuenta como centro al hombre y, la intersección con la Sobrenaturalidad.
Los, para mí, dos pensadores más grandes del Siglo XX, José Kentenich, alemán, y Andrê Rochais, francés, fueron los que me dieron fundamentales luces y nociones. Lo que se de ellos lo consigno. Mi trabajo, Miradas a la Profundidad, principalmente, es producto, de mi creatividad materializada por beneficio del Analisis de Sensación. La comodidad y la gratitud que experimento al esgrimirlas me dicen de su compadecencia con la Verdad.
Miro al mundo que el hombre hizo, miro al hombre desde distintas aristas para conocerlo, lo miro desde y en mi Corazón, donde lo encontré y donde me encontré, donde Vivo la Realidad Existencial Sobrenatural de sentirme Digno Hijo de Dios. Así, la Palabra del Verbo accedió con Crucialidad, y hago constante referencia a la misma. En todo, Gracias a Dios.
El Analisis de Sensación me permitió dar con el Sentido de la Vida, para mí, el Encumbrado Recurso que cuenta el hombre para Redimirse. Las miradas a su luz tiene la intención de despertar, en los que las leen, cómodas invitaciones para liberarse de los sufrimientos, crecer y vivir mejor. Impuse en él, audacia para clarificar y expresar las nociones, impuse lo mejor de mí, para llegar directamente al hombre, y ofrecerle pistas para dar con El Camino. Las miradas, también, tienen la intención de ofrecer Recursos Pedagógicos Profundos en la línea de la Inserción de los Cambios que requiere el hombre en su Estructura Fundamental. Las miradas pretenden usar lenguaje accesible a la mayoría, me temo que esto, no siempre pudo ser.
Sé que podrá generar controversias, críticas y hasta denuestos, en el grado de herejía. Tales me gratificarán porque, siginificará para mi, haber Impuesto Contenido en las miradas. Yo soy sólo un instrumento.

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