miércoles, 14 de julio de 2010

VITALES ESPACIOS

Húmedos los ojos al compartirme que su esposo había sacado la cerradura de la puerta del baño: yo voy a entrar cuando quiera!

La terrenalidad tiene una dimensión espacial, el hombre se desarrolla en un espacio físico, asiento del ambiente humano. Ambos son indispensables y hacen a su condición.

El espacio físico en que me ubico, muy fácil de entender, pasa por mi país, mi ciudad, mi casa, mi dormitorio, mi cama: es como la tierra fértil que dará buenos frutos, ahí donde me hago, me hago porque en él me siento bien, seguro, siento la confianza necesaria para iniciar mis pasos. Espacio físico, asiento natural que desarrolla la necesidad humana básica del arraigo.

Nótese que la palabra se deriva de raíz. Qué sería del árbol si no tuviese raíz? No requerirían mucha fuerza los vientos para derrumbarlo, desampararía a los que están bajo su sombra, se esterilizaría, marchitaría, y morirá.

Los rasgos de mi identidad se compadecen con las características del espacio que tengo. La noción de propiedad, que no pasa por una escritura pública, es fundamental. Yo tengo mi espacio propio, un lugar dónde confiado echo raíces, para crecer. La idoneidad del espacio es lo que hace a su propiedad, exclusiva.

Requiere cierta amplitud, constreñido es difícil crecer, un moisés, una cuna, una camita, una cama ...bueno. Y qué bien lo acondicionó, con toda su ternura, cuando el alumbramiento se acercaba, algo de comodidad también necesitamos.

Y usan buena madera para las camas, puedan soportar hasta los gruesitos, y los chiquillos saltar en ellas miles de veces, saben que es fuerte, les da seguridad. Hay un techo que me protege del rigor del sol y torrenciales lluvias, paredes que no dejen filtrar tanto el frío viento del invierno.

Desarróllase la confianza en sí mismo, elemento sobre el que me yergo, me deja dormir tranquilo, y tranquilo cuando estoy solo, por su beneficio puedo estar solo, y no me siento solo.

Refraseemos, como dicen los abogados, no sentirse solo también equivale a no estar solo ...cómo? Menciono algunos elementos que cooperan en el desarrollo de la confianza: fundamento de todo vínculo! Y puedo encontrarme y quererme, el vínculo conmigo mismo, indispensable! Puedo tomar mi confianza y arriesgarla con otro, y con otros, se fortalece mi yo, los vínculos humanizan! Puedo sentir el gusto de estar en mi cama, en otra dependencia de mi casa, sentir el regocijo que me brota al encontrarme con otros, al quererlos. No lo había pensado, pensar que no confiaron en mí, y tanto me cuesta entender ese extraño que soy, tanto me cuesta entender a otros, depara deponer algo y tomar algo; no, mucho riesgo, mucho riesgo unir a los hombres, humanizarlos.

Y quién es esa mujer que nunca se cansa, que hace brillar la casa, hace hogar de una casa, y cuando me abraza me hace sentir mejor que en mi cama; quién es esa mujer que me hace sonreír, no sé por qué, nunca la había visto y parece que siempre la conocí: acá está tu hijo, madre. Qué bueno fuiste en asegurarme alguien que vele por mi vida. Y vela por mi vida sin reparos ni condiciones, claro, no regatea esfuerzos frente a todo lo que necesito, pero su belleza más grande radica en la imposición plena del sí al permitirme ser.

Ya no sólo espacio físico, es la dimensión sobrenatural que no requiere de casa ni cama, y no sé ni por qué, a su lado me siento cómodo, sereno, aceptado, no importe el tamaño de mis orejas o que mis ojos se parezcan a los de una rata, siento que a su lado crezco, por eso la respeto tanto, despliega su rol no sólo velando por mi vida, la desarrolla sobre la confianza que me la entrega plena y gratuita, el rol vital de la madre: dar y hacer la vida.

Esa dimensión, que no requiere de casa ni de cama, también es un espacio, espacio que necesito para hacerme humano, para lo que no basta con haber nacido, hacerse mono parece un poco más fácil, un árbol, bananas ...

Mamá también me deja sentirme incómodo, como cuando reñí con un compañero en la escuela, y como él era más fornido, lilas mis párpados, lilas mis heridas, las de adentro. Cuando me voy aquietando me recuerda que sería bueno a veces recordase mi pequeñez, y tome otros recursos, en la riña nadie gana. Dice que si nos comunicamos tenemos la opción de comprendernos y aceptarnos, lejos de destruirnos, construirnos: la verdadera libertad al servicio de lo más precioso que Dios me dio, no entendí nada, yo pensaba que el corazón estaba en el pecho.

Y con qué gusto la noto cuando le cuento del partido que ganamos, se muestra orgullosa de mí por los valores que tengo. Cuando le cuento me mira a los ojos sin dejar de sonreír, me hace tanto bien cuando me escucha, claro que a ella no le importa el resultado del partido, me hizo sentir lo importante que soy para ella!

De repente, advierto en mi pieza un lecho más pequeño y los llantos que de él provienen. Tanto me gustaba el silencio para dormir, me sentía tan seguro ahí, ahora me siento arrebatado. Quién es ese a quién tanto tiempo mamá le dedica y me deja de lado? Ya verá.

Húmedos los ojos ante mi dificultad de expresar mi dolor a mi mamá, peor, no la encontré. Advertí un periódico sostenido por alguien en el sofá, papá había regresado. Qué te pasa? Nada. Ya lo había notado. Si algo me dijeras quizás pueda ayudarte. No pude. Dios hizo de nosotros una familia, nos ha dado un hermano porque no nos olvida, nos ha bendecido una vez más, hemos de acogerle, ayudarle en su desarrollo personal. Él quiere un pueblo inmenso, y en su infinito corazón caben billones de hijos ...sentí serenidad ...papá hizo mi seguridad y fortaleció mi confianza ...no sé lo que dijo, lo entendí.

Hacía mis tareas en la mesa en que almorzábamos, mamá sólo se acercaba de vez en cuando, tendrás que repetir, la próxima vez te saldrá mejor, sé que podrás, viste que se puede, sentí su aliento y su encomio con la alegría mostrada al ver las calificaciones que obtuve. Y qué bueno cuando papá un día llegó con un escritorio para mi solo, y como no estaba tan cerca del comedor, mamá casi no venía, igual mis tareas salían. Me las arreglaba.

Más tarde sufrí como un aleteo de mariposas en el estómago: Beatriz me aceptó, tanto que me asustó, quería que siempre estuviera a su lado, yo le decía que también tanto quería estar a su lado, pero no tanto, ella se enojaba y me decía que era suyo: nadie es propiedad de nadie! Le dije que yo me sentía unido a ella y que ella pretendía atarme, a lo que no estaba dispuesto, tuve que dejarla enojar, a su lado yo crecer también quería, mas su posesividad, entorpecía. Noté que quería acaparar mucho de mi vida, había espacios en los que yo no le daba cabida, tuve que dejarla enojar.

Beatriz compartió conmigo que su madre la acosaba noche y día, sola un instante no la dejaba, que le exigía contarle todo, mas cuando quería opinar o sugerir soportaba la sordera de su mamá, que revisaba su mochila, su cartera y hasta la papelera del baño. Acá yo no tengo cabida me dijo ...respetad el sano espacio de vuestros hijos, que escaparán y buscarán otros espacios, quizás menos sanos.

Una señora que en el marco de sus desavenencias, había hurgado papeles de su marido, se enteró de lo que no quería, y cuando se lo dijo, él mucho se enojó, ella replicó: en el matrimonio todo vale, justificando su exceso. Le pedí que repitiese, y lo hizo, así que hasta mataría? Se calló, mostró más enojo. Le recordé que ella era una persona, que su marido era otra persona, y que se respeten sus individualidades haría bien a ambos. Tiene derecho a comunicarse con él, respecto de los temas que sea, cuide el modo de la comunicación, no la tema, la misma les fortalecerá no obstante discrepancias, su intromisión los debilitará.

Beneficie el vital espacio con el debido tiempo, que los que somos más lentos, requerimos más. Otros se apresuran, creen que necesitan menos, y de nuevo a invadir territorios ajenos, desnaturalizando los vínculos, distante de sanearlos.

Yo necesito mi espacio y mi tiempo, él también, ella también, todos lo requerimos para acondicionar nuestro interior, para desarrollarlo, porque en la quietud conmigo mismo descubro lo que habita en mí, que me servirá para imponer mi libertad, al maldito rol alienante de la cotidianeidad superficial, que pierde al hombre.

Está en mis manos permitirme mi espacio, encontrarme y quererme, sólo Dios no es intruso en mi espacio, permitiéndome mi espacio estaré en mejores condiciones de acceder a otros espacios, en los que me vinculo, viviré sanamente mis vínculos, me verán sereno, hablando un lenguaje conciliador, lenguaje sin temores, que permite existir frente a los demás, por beneficio de haber vivido mi espacio. Sentirán una persona diferente, que opta inquebrantablemente, que no requiere más que de sí para valerse, y que, al tiempo, vive el don de unirse en familia y en comunidad, dignificándolas, sin humedad en los ojos, por haber disfrutado de sus VITALES ESPACIOS!

viernes, 7 de mayo de 2010

LA SEPARACIÓN

Constituyen franca mayoría las parejas, matrimonios o no, que no logran consolidar el Vínculo Esponsal, que aunque no estén casados, uso el vocablo esponsal. Lo que cuenta es el Rol, no sirve estar casados si no viven su relación como pareja. Palabra que se desprende de par, constituir un par, no quiere decir ser iguales. Dos, muy diferentes, pueden hacer un buen par.

Es posible que dos que no estén casados vivan como pareja. Cierto es, que, casarse es un compromiso que se sella ante sí, ante el otro, ante la comunidad y ante Dios. Tal compromiso ayuda en la imposición del cuidado de la relación, mas no es determinante. La mayoría no pasa de lo que llamo, vínculo adolescente, que, puede ser trabajado, es difícil y hay enemigos.

El Sacramento del matrimonio es, para mí, un aditivo Sublime, aunque tampoco determinante. Respecto de la leyes ordinarias, debe haber ley de divorcio.

El matrimonio esponsal es un triángulo, a no perder el buen humor, el tercero es el mismo Dios. Como todos somos hijos de Dios, la apertura a su Gracia es definitivamente algo a favor. El triángulo se conforma, en su base, por el vínculo esponsal, en los lados por los esposos, que convergen en el vértice, donde está, el mismo Dios. La medida del desarrollo del vínculo sano, a su vez favorece el desarrollo de los roles en su individualidad, determinándose la convergencia. La que al establecerse permite vivir el amor de Dios, en profunda aceptación y entrega: el matrimonio esponsal se vivifica intensamente descubriendo su misión y su cometido. Esposos como hijos cooperan con el sentido y la proyección de la vida. Es el nivel sobrenatural, la santidad matrimonial, que se hace eterna. Sabio será permitirse que el amparo de este ideal ayude a crecer hasta lo más excelso, respetando los límites, el amparo será más providente en la medida que se encumbre el anhelo.

De dónde proviene tanto fracaso en las relaciones de pareja? Creo no haber entendido lo del pecado original, algo de eso hay?

Con las disculpas de la muletillas, sugerencia que recibí de corazón. En relación con el multifacetismo del hombre, muchas facetas tienen denominadores comunes. Repetir ayuda a ir haciendo vida en nosotros las nociones, distante del mero saber intelectivo, vivir, es otra cosa.

El Rechazo del mismo inicio, se da, aún cuando el embarazo pudo ser deseado. Aunque parezca tonto, no es decisión del hombre. Tal rechazo es el primer y feroz atentado contra la conspicua dignidad, y llega hasta la esencia de la existencia.

Gracias, madres, por imponer amorosa y santa sumisión, al acoger la sublime bendición, que reciben con la concepción: esto es determinante. La acogida de la bendición desarrolla la capacidad de velar y desarrollar la vida. Gracias por dar sus senos, y la amorosa paciencia para alimentarlos. Lo contrario, es visto como el rechazo del niño respecto del seno, es la hostilidad en la oferta.

Tú, padre, has olvidado que eres el modelo de varón para tus hijos? Tú, madre, has olvidado que eres el modelo de humanidad, a la que tu feminidad hace sublime. Qué va a entender siendo chico, no sólo entiende, vive la condición de varón y la condición de mujer en sus padres, desde el mismo inicio de la vida.

Tú, hombre, has olvidado que el trato que dispenses a tu esposa es una imagen que desarrollan tus hijos. Tú, mujer, has olvidado que, la aceptación incondicional que impongas a tu esposo, hace de él, varón. Miremos la justicia de José, ante la concepción de María, sin haberla conocido, y a ella cuando dijo, hágase en mi Tu Palabra, absolutamente abandonada en su padre. El producto, apenas, alcanzó la Gloria Eterna.

Modelos y tratos se viven sólo en la familia. Ni en la escuela, ni en la Iglesia. Tales son determinantes! Distante de la firma del registro civil y del tamaño de la Catedral.

La indignidad para existir, del rechazo, sumada al modelo deslucido hace ver el mal inicio, lo que no anula las vocaciones esponsales. Qué tarea para el inocente, Dios le encarga una misión, y tropieza desde el mismo inicio. Grosero me siento cuando digo, no son célibes ni homosexuales, están llamados a vivir como esposos.

Luego las vivencias familiares que pueden darse en el marco del afecto, con el cultivo de los valores básicos, nutren la dignidad, el respeto incondicional, la honestidad, la libertad ...no se da con sermones, se da vivencialmente sobre el fundamento de la confianza, ofreciendo al hijo opciones y permitiendo que elija, permitiendo que tome decisiones acorde con su edad. Ha de cuidarse a los hijos individualmente, personalizadamente, no los trate con normas igualitarias como las de los militares. Cada hijo tiene características propias, detectarlas, es tarea de los padres, así se los hace personas, y no, tornillos de una máquina. Alienten a sus hijos, dispénsenles incansable paciencia, todos nacemos torpes y desvalidos, encomien sus logros, desarrollarán la autonomía. No es enseñarles a ganar dinero, es la autonomía afectiva, poder sanamente vincularse por sí mismos, sin dar paso a la miseria de la dependencia. Sean magnánimos y ecuánimes, harán de sus hijos indulgentes, serán justos, perdonarán y se reconciliarán, se humanizarán.

Así, personas que se sienten indignas, que vivieron modelos deslucidos, sufren un desarrollo adolescente. Tal, no sólo es adolescente, es terreno fértil para los enemigos, para el príncipe del mundo. La falta de confianza genera inseguridad, celo morboso, el elemento más destructivo de la pareja. Artero, se disfraza, corroe sutilmente, sin cejar, no se conforma con apuñalar, aleve, al asestar interminables veces. Atroz.

La maldita cultura contribuye, con sus costumbres, dicta desde afuera, qué y cómo deben hacerse las cosas, sin tener en cuenta la humanidad. Permite, tolera y avala el desarrollo de las rígidas ataduras. En este punto detecto un rol alienante de la Iglesia. El hombre no atina, no por malicia, inhumana ciertamente, pero del hombre.

Nótense las renquera con que llegamos al matrimonio, aparece el afán por el trabajo, ponderado, relega a la familia, la hace huérfana, no se desarrollan los vínculos, se experimenta el vacío, hasta existencial, resta sentido, hay descuidos, falta la unidad, y la familia se desnaturaliza.

Se acrecienta el desaliento, sale la alegría de los días, hace desear que los otros se ocupen cada vez más, distancia y despersonaliza. Duro. Llegamos a ser tediosos y extraños. Familia sin padres, con pretextos que “conforman”.

Aparecen recursos evasivos, ponderados, se cae en el activismo, se muestra cansado, se vive la infelicidad permanente, la angustia, que hasta hace comer estúpidamente, para afearse, ya que somos indignos, no merecemos, amar es fuente de temores, como el temor al compromiso. Las carencias del pasado no pueden satisfacerse, las necesidades actuales desatendidas, vivimos la cotidiana frustración, la sed afectiva crece, obnubila la realidad, nace el espejismo, y la confusión, nos entrampamos en lo pernicioso. Nace la infidelidad, o una forma de ella, distinta de la consigna de hacerse daño, daño que daña a otros. Son minoría las parejas estables que se desprenden de la infidelidad, ya que las infelices determinantes se mantienen. Y estas, “estables”, continúan con la infelicidad permanente, ya no se “animan”, duran en la fatal mediocridad.

La frustración generada nos aleja de nosotros mismos, atenta contra la razón de la existencia, no se detecta la finalidad de la vida. La difícil de corregir desorientación domina impidiendo el desarrollo del vínculo, se vive la tristeza, antítesis de la vida, el hombre cree que la vida es una melancolía, que no vale la pena.

Cuando la relación se convierte en más destructiva que constructiva debe considerarse la separación eventual. Cuando la relación destruye más, no me deja vivir mi llamado, la misma se constituye en enemigo de la Redención. Y ha de negársele atender su vocación? No mezclar: una cosa es la separación, otra, una nueva relación. Oponer fidelidad a la conciencia profunda a esta instancia, nunca la conciencia social. Dios conoce nuestra realidad mejor que nosotros mismos, así, será pródigo en su misericordia.

Relaciones posteriores en la línea de pareja son igualmente difíciles, en razón de que las determinantes del fracaso se mantienen. El grado de conciencia es útil en el reconocimiento de la necesidad de insertar cambios profundos que hagan probable el camino. Se requerirá apertura a la realidad interior, madurar respecto de lo que realmente se quiere, liberarse de los malos funcionamientos que condujeron al desatino. Ver con claridad que soy yo el que necesita de los cambios profundos, y no como lamentable, y tan frecuentemente se escucha, tanto a hombres como mujeres, la exigencia del cómo ha de ser el otro para... absurdo. Muchos se enojan conmigo cuando digo que la pareja no se elige, confío haber dado algunas luces, en pocas palabras, no se elige, se da, o no se da.

La separación no es para todos, se requiere coraje, audacia, sobretodo autonomía afectiva, la entereza para enfrentar los códigos vigentes, “culturales” o “religiosos”, para remar contra la corriente. Déjense de usar el pretexto de los niños, que los de matrimonios mal avenidos “vienen peor” que los de los separados, madres solteras, y naturalmente, de los bien avenidos. El pretexto de los niños técnicamente equivale a usarlos como chivos expiatorios, a ser enviados a la comunidad con más adolescencias! O creen que al mundo le va tan mal porque existen quienes se separan. Yo no.

Sentiría, la incomodidad de los clérigos, que merecen mi mayor consideración, yo lo veo así, discrepando de la inhumana implacabilidad con que la Iglesia, casi sistemáticamente enrostra la situación.

Están en las manos del hombre las opciones que le permitirán atinar mejor para criar hijos afectivamente sanos y orientarlos a la libre unidad de la humanidad por un mundo mejor.

PATERNIDAD-MATERNIDAD Y ESPONSALIDAD CONVERGEN EN LA CLARA LUZ DEL MÁS PROFUNDO SE

En varias miradas previas abordé varias Nociones de diverso grado de Profundidad, que, rayan en el mismo Sentido de la Vida, para mí. Hoy, considero un desafío, dar una mirada, a las Virtudes o Vocaciones Fundamentales, en el marco del Triángulo Existencial. Confío plasmar, siquiera con mediocridad, más, vitales nociones, para los que me escuchan, o me leen.

La Gracia Vital, del mismo inicio de la vida de cada uno, es como dar un buen primer paso. El Amparo determinado, es como iniciar la Vida, con Sentido, el Amparo equivale a la Paternidad, como a la Maternidad. De ahí, la expresión el Rechazo es el principio de los males terrenales, ya que aleja al hombre del Corazón, cuya cualidad esencial, el Amor, tiene inherente a la dualidad de la Condición Filial y la Condición Paternal. Por qué dualidad? El rechazo dificulta vivir la Filialidad, lo que a su vez hace lo propio con la Paternidad, y viceversa. Determinado el rechazo, está determinada la irredimibilidad del hombre? NO!

A no olvidar la Inherente Condición Eterna de la Divinidad. Inagotables Gracias, claro, por la Condición Eterna: Dios nunca deja de Vivir su Condición Divina. Vive, para, con y en el hombre, y en él, Para, Con, y En . Es cierto, que Él espera que el hombre haga lo propio, con Él y sus vínculos, fundamento de la Humanizante Condición de los mismos.

Por la Gracia de la Filialidad, el hombre “trae” la Vocación Central con el Actuar Esencial. Ambos Hacen a la Esencia de la Misión del hombre en la Humanidad: ETERNIZARSE EN LA REDENCIÓN! Esta Noción, contiene en modo inherente, la Finalidad de la Vida, Ser Uno Mismo, lo que equivale a, Imponer en la vida el Actuar Esencial.

La Vocación Central está esencialmente constituida por la Paternidad-Filialidad. Como hijo, el hombre también está dotado de Cualidades como, la Vocación Esponsal, Vocación que puede ser Vivida, en el ámbito de la pareja, y/o fuera de él. Aquí, la clara noción de que, la acogida a la Gracia Vital resulta crucial en el desarrollo de la Vocación Esponsal. Clara noción esgrimida en la mirada a la Eventual Separación.

Así, Ser Yo Mismo, Vivir el Actuar Esencial, también es Vivir la Vocación Central, lo que permite identificar el Sentido de la Vida. Hacer el Camino de la Vida, con sentido, pasa por Vivir la Esponsalidad, por ello, el Amor Esponsal es: la Forma de Amor Más Excelsa. Vivir la Esponsalidad pasa, también por lo que Dios espera del hombre, nacen, la Paternidad Esponsal y la Maternidad Esponsal, son la misma cosa.

Estos elementos son los Fundamentos del Plan Redentor. Dios Redime. El hombre se Redime. Ambas acepciones, verdaderas, legítimas. Dios Redime al Poner el Plan en el Corazón del hombre, el hombre se Redime al Vivir el Plan. Vivir el Plan es Vivir, también, el Amor de Dios, el Amor Eterno, la Eternidad en la Divinidad. Por ello, aparecen expresiones como, la avenencia del Corazón con el producto de la concepción, inicia una relación sin par, y a la vez, Eterna; expresiones como, se duerme profundamente la Dicha de la Eternidad; expresiones como, sólo el Amor Intratrinitario se encuentra sobre el Amor Esponsal, pero, lo nutre Eternamente. Aquí, la clara Noción: Vivir El Plan, es, opción a la Eternidad, Misión, Redención y Eternidad Se Identifican, naturalmente y Sobrenaturalmente. Repito, Dios espera que el hombre Viva el Plan, Viva La Identificación Paternidad-Filialidad, Viva La Identificación Paternidad-Esponsalidad. Vivir así, es Haber Dado con el Sentido De La Vida, es Haber Dado con el Camino a la Eternidad en la Redención.

Nace la Noción, la Redención según la Condición de Estado, en términos sencillos, los esposos han de Redimirse como esposos, los célibes como célibes.

Los célibes no tienen Vocación Esponsal? No pueden Identificarse con la Paternidad Esponsal? Claro que sí. Hablamos de Nociones y Cualidades. Las Cualidades del Corazón Pueden ser Vividas, en las Nociones, en modos distintos. El Fundamento es el mismo. Los célibes pueden vivir su Paternidad, y su Esponsalidad, en la medida de la Vivienvia del Rol. Engendrar un hijo orgánico es una noción biológica respecto de la paternidad terrenal. Vivir el Rol de la Paternidad a la luz del Plan es una Noción Sobrenatural.

Pondré toda mi consideración en esta mención especial. Los clérigos, religiosos y religiosas? No parece difícil entender que puedan vivir su Filialiad, y su Paternidad-Maternidad. Y su Esponsalidad? Se los escucha en las expresiones, casados con la Iglesia, casados con Cristo, estoy de acuerdo, es Esponsalidad. Pueden también, Vivir su Esponsalidad con la Humanidad, también Noción Sobrenatural.

Los separados y hasta los divorciados? Todos los hombres son, Sujeto y Objeto de la Redención! Solamente cambia el modo de Vivir el Plan. La condición de separado o divorciado no impide Vivir el Amor de Dios, no impide Vivir el Vínculo Más Encumbrado. Dios también espera de ellos, no pierden la Filialidad, la Paternidad-Maternidad ni La Esponsalidad. Las mayúsculas por la condición sobrenatural.

Miremos la Proyección de la Existencia. Existe la necesidad básica de traer hijos a la vida. Dice, a La Vida! Cuánto nos cuesta entender, está bien, son nuestros hijos, en ellos, damos hijos a la Vida, para que Ella se Proyecte, y se Haga Eterna. El hijo hace Padre al padre, ambos se avienen a la Vocación Central, Esencia de la Misión del hombre en la Humanidad. Esta Misión requiere del Actuar para Desarrollar la Vida, para Desarrollar la Identidad del Hijo. Aquí, está la Verdad que Dios espera el hombre Asienta. Asentimiento que Permite, el Desarrollo de La Confianza Plena. La Existencia de Dios es Tangible en la Profundidad del Corazón, Se Da, el Ser yo Mismo. Se Vive, El Ser Yo Mismo, solamente Por y Con, La Gracia de Dios. La Vocación Central pasa a Ser Vivida, el hombre Crece, Madura, se Consolida, se Realiza como Humano, se Proyecta en el Verdadero Sentido de la Vida. Viviendo la Vocación Central, con naturalidad, se Sobrenaturaliza, Se Diviniza. Se cierra el Triángulo Existencial. Paternidad-Maternidad Convergen, Redención Esponsal Mediante, Se Eterniza en la Divinidad, el Más Profundo Sentido de la Vida.

SER MADRE !

A ambos dio el rol de engendrar, a ella, además el rol de velar y desarrollar la Vida. Destácase el preponderante protagonismo de la mujer. Haciendo abstracción, aún considerando, lo mal que le va a la tierra, si en la misma hubiese habido sólo varones, sería peor. Gracias, por hacer a la mujer.

En la Biblia puede leerse que hizo a ella de la costilla de Adán, estudios genéticos actuales, no concluidos, dan fuertes indicios de que el cromosoma Y, que caracteriza al varón, se desprendió de un cromosoma X, que caracteriza a la mujer. Más allá de las cuestiones cromosómicas, existe un varón, y existe una mujer.

No existe rol exclusivo del hombre o de la mujer, la mayoría puede ser desempeñado por cualquiera de los dos. Están, los más propios de uno, y de otra; están los más cospicuos de cada uno, que hacen al rol y finalmente convergen en el vértice, asexuado, del Sentido de la Vida.

El varón no tiene matriz, la mujer sí, pero no es la matriz la que hace mujer a la mujer, ni madre a la mujer. Toda concepción cuenta con la Bendición de Dios, aunque las mismas no hayan sido deseadas, o que, las mismas hayan sido producto de despropósitos terrenales. Todos los hombres son hijos de Dios, aunque tantos tanto se alejen de Él. La matriz tiene “algo de sagrado”. Dícese del hombre, Templo del Espíritu Santo, es la primera cuna del producto de la concepción.

Hay algo en la mujer que los médicos no sabemos, que le dice que ha concebido, es el mensaje que le llega con la Bendición: Alégrate!, bendición que llega hasta lo más profundo de su corazón movilizando la vida que tiene para dar, y se alegra. Lamentablemente, tal dicha no siempre se da en razón de que el corazón pudo ser “pospuesto”, o “enterrado”. Y está, el Rechazo, principio de los males terrenales.

Por el contrario, la avenencia del corazón con el producto de la concepción, inicia una relación sin par, y a la vez, eterna. Es como la “segunda bendición”, que, desarrolla, al compadecerse Él con, el Llamado, el Rol más Cospicuo de la mujer: la Maternidad! Y las que no gestan? Igual pueden ser madres, la Maternidad no es una noción biológica, es una Cualidad del Corazón de la mujer, Vocacional y Fundamental.

Que se siente distinta, algo rara, y sentirse algo distinta y algo rara genera la ausencia de síntomas, cuando la bendición fue acogida en el mismo inicio, o genera síntomas menores o mayores, en la medida de la aveniencia. Y como Dios no se cansa “muy rápido”, pronto envía “una segunda bendición”, y luego tantas más, desarrolla la Maternidad. No me deja cómodo, decir instinto, si fuera sólo instinto, aún ante el ejemplo de las hembras animales, que con fiereza, y hasta dando la vida, defienden a sus cachorros, quedaríamos animales. Si bien estamos clasificados entre los primates, Él espera del hombre, algo más: su Humanidad. He aquí un elemento fundamental de la Madre del hombre, no sólo le da la vida, la cuida y la desarrolla haciendo Seres Humanos.

Por qué la gestación dura 9 meses? No lo sé, pero sí sé, que, aquí en la tierra todo proceso requiere un tiempo, que como en este caso, ella requiere para el desarrollo de sus potenciales, y finalmente, estar lista para el alumbramiento, que se escucha con un llanto, no demora mucho en apaciguarse. Bueno, por primera vez, tuvo que llenar sus pulmones de aire, del oxígeno que lo tranquiliza, y luego de su primer baño terrenal, duerme muchas horas. Hay niños que lloran más en la nursery, y fuera de ella.

Será que algunos lloran la pena de haber nacido? Será que finalmente pueden llorar los sufrimientos desde el inicio?. Difícil responder. Y cómo no va a llorar, si le despojan de su madre. Viene, el hambre, que nunca había sentido, allá adentro, nunca había sentido. Presuroso, al seno materno, qué bien lo llaman, seno materno. Succiona más por reflejos que por instinto, y recibe el más sublime alimento terrenal: la leche materna, qué bien la llaman. Escucho decir que a algunas no les “bajó” la leche. No les bajó, porque desarrollaron hostilidad en el inicio, triste. Y, qué gusto, dormir de nuevo, duerme, niño, que mucha vigilia espera.

Unos días, ella camina como pato, con una mano sobre el despojado vientre, y la otra en la pobre cintura que soportó la situación. Esto fortalece su espíritu, aliviando rápidamente al cuerpo. Se la nota algo cansada, pero irradia dicha, tanta, que hasta el pobre hombre tonto que tiene, alivia su irritación, y ni sabe de dónde le viene el alivio. Bueno, el pobre hombre tonto, ocurre que no es madre, se le escapa. Ella lo dispensa ya que el corazón de una madre pude soportar injurias que el varón no.

He aquí, otro elemento fundamental de la Madre del hombre: la sumisión, la sana sumisión que, hace al corazón de la madre, Invencible! La Sana Sumisión de la Madre es Cualidad Cospicua, desarrollada con su Asentimiento a la Verdad, encargádale. Se da, sólo, por y con, la Gracia de Dios. Y por qué invencible? Porque no existe ofensa que pueda desnaturalizar la Condición de Madre, que, a veces, hasta tiene que soportar diatribas, hasta inverosímiles, de su propio marido, y del propio que engendró. Le duele, pero no la derriba, puede soportar hasta la misma muerte de su hijo. Claro que, la que es madre madre (la Gracia de la Maternidad), recibe entonces otra bendición, sabe que no ha muerto. Es, la Serenidad que le da la Cualidad. Por favor, no se diga resignación, lo que equivale a sucumbir ante algo, ella Mantiene la Serenidad, la vida que dio, Vive: ella vive la Serena y Sana Sumisión.

Sus hijos ya, no sólo caminan, saltan y brincan, miles de veces, se alegra, ve en esto, Vida también. Y cierto, también le cansa, le cansa lo tanto que tiene que Hacer, va desarrollando la Vida. Se acuesta rendida, rendida, pero, satisfecha de haber vivido su Infinita y Redentora Paciencia, Virtud de la Maternidad. Parece redundancia? Es la Vocación! Disfruta de la Profundidad del sueño en el Lecho de su Señor: es, la Sobrenaturalidad de la Maternidad, que Sobrenaturaliza a la Madre.

Que sabe de todo, ahora tiene que enseñar, además, matemática, gramática, y tantas otras. No descuida el brillo de la casa, que brilla, brilla porque sólo una madre puede de la casa hacer un Hogar, un cálido hogar. Esta calidez hace que de gusto volver a casa, en ella, hay alguien que no me impone reparos. Me castiga también, cierto, igual siento en ellos, que no le molesta como soy: La madre Vive naturalmente la Aceptación.

Su Aceptación no tiene límites, simplemente, porque Actúa su Corazón. Fíjense que, además de los abogados, la mayoría de las visitas a las cárceles, son madres. Sólo ellas pueden Apaciguar el descarrío de sus hijos. Da su perdón, sin pensar, sin límites, Ama sin límites. Cuida y desarrolla la Vida. Da todo de sí para sus hijos, y, acepta todo de ellos, hasta ignominiosas ofensas, devuelve el calor que derrite el descarrío, Virtud de la Maternidad.

En el poco tiempo que le queda, poda y riega sus plantas, para que Den flores, las flores que nos recuerdan que la vida es linda, por los colores que tiene, colores que la naturaleza recibe, de la madre. Así, como vimos en Vitales Espacios, la madre brinda el Espacio más propicio para el Crecimiento Sano de sus hijos, sano porque ese espacio, apenas, está lleno de Amor.

Y el pobre hombre tonto que duerme a su lado, ni cuenta se da que también disfruta de las Bondades de la Maternidad. Pavadas le hace escuchar, ella no deja de mirarle a los ojos, sonríe, él se calma. Acondiciona, el Camino de sus hijos, al padre: se hace Puente, Virtud Redentora de la Maternidad. Hace más hombre al hombre, y despierta en él la Semejanza que habita en su Corazón, Determinando la Convergencia, en el Vértice, La Dichosa Vida, como Madre. Plena de Serenidad, Vive, la Felicidad del MISMISIMO SENTIDO DE LA VIDA: SER MADRE!

SER PADRE 270403

Cuál es el principio?

“Entonces” no existía materia, el largo, ni el ancho; ni las horas, ...todo era Vida Pura, autogestada, la Armonía Perfecta, la ausencia del dolor, vivía Plena la Dicha, Sublime la Libertad; sólo se necesitaba a Sí mismo, la Pura Dignidad, en grado inconcebible.

Mas no carecía de Voluntad, quiso compadecerse con la Razón de su Existencia, decidió Proyectarse: hizo al hombre. Y éste necesitó de un lugar. Pleno de Felicidad por su Creación, con la máxima belleza, acondicionó un ámbito muy propicio.

Nunca lo abandonó, lo dotó de Riquezas, y le dio invitaciones que, lamentablemente, no fueron atendidas. Inició el alejamiento, a romper la armonía, a sentir el dolor, faltó la dicha. Hizo opciones inconvenientes, atentó contra sus hermanos, contra sí mismo, sintió la soledad. Nunca lo abandonó, y nunca lo hará, aunque, como Padre, le Permite al hijo buscar, y hacer el camino por su cuenta. Ínterin, Él aguarda plenamente sereno, plenamente sereno, porque, desde el mismo inicio, Vive la Razón y el Sentido Existenciales: Ser Padre!

Y qué hiciste con las Riquezas? Aturdido por sus desaciertos y sus consecuencias, dejó de verlas. Vio la materia, para alejarse de su Condición Filial.

Esto no desmerece la Paternidad, desmerece la Filialidad? No le quebranta, Sabe de la Eficacia de sus Gracias, Permite al Hijo hacer sus intentos, ya que finalmente darán en el blanco.

Depositó en su Hondura: la Confianza, impuesta en su misma gestación. Pensó bueno, la tuviesen, para darse a su vez a sí mismos: Haz de amarte! Es el Padre el que Desarrolla la Identidad del Hijo, pero “requiere” concederle, lo adecuado para el efecto. Haber depositado la Confianza hizo de tal, una Condición Indispensable e Inherente para la Seguridad. Y para crecer en ella, nunca desatiendas, nunca te canses de deparar confianza en tus hijos. Así, se puede iniciar el camino.

La materia trajo consigo tentaciones y confusiones, los hijos a evadirse, perdiendo el acogimiento, suficiente, para vivir el doloroso desamparo, difícil de soportar. Los hijos a ahogarse en aguas turbias, llegando hasta los límites, a veces traspasándolos. Sólo entonces, los hijos recuerdan a su padre que, no vacila en su respuesta: aquí estoy! Esto produce, un movimiento en los hijos que, experimentan alivio, y les nace el deseo de volver; mas, tienen vergüenza, bueno, no todos: benditos aquellos que algo de vergüenza les queda, que más son los que carecen.

Tu dolor me bastó para perdonarte, pero, Padre ...tú eres el implacable que no te perdonas a ti mismo, parece que Mi Perdón no te basta. De la culpa, al hombre le cuesta despojarse, le cuesta tanto que, puede durar toda la vida terrenal. Esta implacabilidad consigo mismo es obstáculo para que el hombre de con su identidad, la reconozca, y la acepte.

Cabizbajo se acercaba a la casa, sin poder ver que su padre ya le esperaba grato, con los brazos abiertos; él le quiso explicar, su padre ya organizaba la fiesta: el amor del padre tiene tanta Magnanimidad que, no da cabida a las ofensas, las devuelve con Inagotables Gracias, nos Ama tal cual somos. Nos acoge en su seno, sin condiciones, y nos devuelve el amparo, inacabables veces, y sigue nutriéndonos con su Confianza, Indispensable para Asegurarnos la Vida.

El Rol Vital del Padre: Confiar y Asegurar La Vida!

Si quieres que tus hijos Vivan, Asegúrate de Confiar en ellos!

Si quieres que tus hijos Vivan, no les muestres fastidio que, se desalentarán. Viviendo tu paciencia se liberarán, tal nutre la voluntad, desecha los temores, y arriesga la libertad. El fastidio resta sentido a la Existencia, empeora la culpa, conduce a la inhibición: antítesis de la vida!

Si quieres que tus hijos Vivan, sé para ellos modelo de humanidad. Muéstrate sereno ante el quebranto, no será necesario que sonrías, pero que tu rostro no muestre angustia alguna: tu hijo se sentirá cobijado, Vivirá el calor de la vida, y no, el frío de la muerte. Nunca te canses de sus errores, seas tardo en cólera, sin olvidar la firmeza. Harás de él un hombre recio.

Hazle saber que cuenta contigo, no para que abuse, tienes tanta vida para darle, sin esperar nada a cambio: disfrutará del beneficio de la Caridad que, le hará vivir en Paz consigo mismo, aprenderá a amar sin temores! Trátale como al tesoro más valioso, no para que sea pagado de sí mismo, crecerá en Humildad, al advertir su interior y lo que habita en él, encontrará las luces que necesita para andar.

Habrás de ser intransigente con la Fidelidad a la Realidad Interior, la Real Realidad. No le enseñarás resquicio alguno en tu Integridad, nunca dispuesta a permitir se atente contra ella, ni en las cosas nimias, se desarrollará la Dignidad. La Fidelidad a la Realidad Interior, y la Integridad, que viva a tu lado, lo harán prescindente de los principios de la culturas: desparramará honestidad pristina. Lo verán diferente, hasta raro, su rostro demandará respeto, la consideración humana.

No será necesario que le hables mucho, sí, habrás de vivir a su lado, a su disposición. Hazle saber que lo escuchas siempre, y cuando te hable, devuélvele sus preguntas, con indicios, sí, que piense, sí, pregúntale más, qué siente: aprenderá a discernir escudriñando en sí mismo. El conocimiento no está afuera del hombre, está Adentro! No hagas las cosas por él, aliéntale en su porfía, invítale a ser audaz, a no temer a los riesgos: sólo así se opta: usará la Libertad para cumplir su misión! Cuando sufra o se enferme, no te angusties, muéstrate sereno ante el peor de sus males, sentirá alivio y sanará más rápido.

Permítele errar, y que se atenga a las consecuencias, su reconocimiento le hará levantar la mirada hacia ti, sonreirá, sentirá que crece en responsabilidad. Cuando te pida perdón, dile que, nada tienes que perdonarle; que, tu dicha pasa por su dicha, y que la dicha propia pasa por permitirse: harás de tu hijo indulgente, se vinculará sanamente, dando mucha vida y harás un mundo mejor, por beneficio, de la Reconciliación!

Se para tus hijos Modelo de Humanidad, que cuando te vayas poniendo viejo, Vivirás tu senectud con Felicidad, ya que la Trascendencia se acerca, serás Recibido con himnos, porque de tu Unidad con Ella, nació un Hijo, que Te Hizo PADRE, EL MISMISIMO SENTIDO DE LA VIDA!

SER ESPOSOS

230303

Mi mujer es toda pureza. Mi marido me adivina. Tanto regocijo, desde el mismísimo instante, que accedió al cálido nido, lleno de vida, sublime, plena la amorosa acogida. Presurosa acudió al médico, doctor, me embaracé, y cuándo tuvo su última regla, hace unas tres semanas, bueno, creo que sería mejor vuelva en dos, pero, doctor, la ciencia por ahora no puede considerar tal diagnóstico. Se fue tranquila, vivió la bendición de su vientre, la guardó en silenciosa dicha.
Misterio es, cuándo precisamente, inicia la vida del hombre. Moleón decía: el ser concebido es como ya nacido, con él aprendí cosas, entre otras, a estar en desacuerdo, y qué triste, cuando recuerdo que, sólo Enrique y yo, asistíamos a sus clases, igual, se enconaban los temas. La ciencia habla de embarazo a partir de la anidación. Parece que de cada 180 fertilizaciones sólo una tiene éxito. Oponiendo fe al misterio permaneceremos en paz. El embrión no será viable, si no se da la anidación, aferrarse a la rarísima excepción del embarazo abdominal es ir por la tangente para caer en el absurdo.
Ella aguardó las dos semanas, ya no fue al médico. Su marido le notaba una inusual sonrisa, una inusual mirada, sereno se preguntaba, qué será, sentía gratitud interior. La estrechó, confiado, nada preguntó, ella reposó su oído derecho sobre el lado izquierdo de su pecho: se sintió cobijada, en la serenidad del compás de los vigorosos latidos. Nos ha dado un hijo! Fundidos en la Gracia, sin decir palabra, vivieron el amor de Dios.
Angélica era una niña de sonrisa permanente, no conoció la contrariedad, jugaba a sus anchas, acudía presurosa al llamado de su madre, cumplía complacida con su natural caridad, tareas y encargos. Vivía la serenidad de la aceptación incondicional. No temía expresarse porque se sentía escuchada, y cuando la cargaban qué calidez sentía. No soportaba la impaciencia en sus primeros pasos, y disfrutaba del aliento y el encomio ante sus logros. Recibía correcciones, no conoció la crítica, ni menos el desmedro por la natural torpeza. Cuando su padre volvía, le saltaba a los brazos, se sentaba en su regazo, qué comodidad, qué serenidad, qué seguridad, ante su total confianza.
Alberto era un niño inquieto, caminó antes de cumplir el año, ni abandonó la ternura de la lactancia, ya se le notó profundidad en la mirada. Corría, caía, se levantaba, seguía corriendo, no lloraba. Mostró su porfía antes de su primera palabra, su intransigente porfía, por vivir. Hasta a veces, se hacía difícil contenerlo. Mezcló la docilidad con la inquietud, y muy temprano, solo se arregló. Hábil para los deportes, donde se topó con las injusticias de otros chicos, los perdonó, el juego continuó. Llegaba cansado y radiante, comía con tanto gusto, nada sentía cuando dormía, profundamente.
Se conocieron en la escuela, él ya con menos inquietud, su mirada cada vez más profunda. Disfrutaron de la compañía, del compartir, notaron que se complementaban, y como en casa, juntos se ayudaron a andar. La miraba cual ángel, lo miraba cual príncipe. Inició la alegría, nunca se tocaron, mucho se buscaron en serena espera. Diligentes en acompañarse en el estudio, hubo tristezas, pero no duraban, recobraban naturalmente la alegría. Preguntó su mamá a Angélica de la relación, somos buenos compañeros, dijo, a su lado da gusto, escuchó sus invitaciones, en el natural cuidado.
Nació el binomio, sin que ninguno se perdiera, se conocieron íntimamente, en comunicación profunda, en entrega incondicional. El ya había dejado la inquietud, ya vivía, se enriquecía, día a día, enriquecimiento compartido, ella maduró la sublimidad de su corazón. Jóvenes, forjaron su nuevo hogar, hecho para ambos, ellos lo hicieron, y sintieron estar hechos el uno para el otro.
Cuando él salía, serena aguardaba, aún cuando se demoraba, no había día que sin sonrisa lo recibiera, le daba el calor que imponía. Vinieron tiempos difíciles, juntos se enfrentaron, nunca permitieron la adversidad les divida, el binomio se hizo fuerte, inquebrantable.
Cuando el hablaba, ella lo escuchaba, en silencio, mirándole a los ojos, cosas no entendía, luego igual decía, todo irá bien. Si alguno se notaba cansado, se acercaban, un vaso de agua, gracias, se daban las gracias, y cada día, le daban las gracias al Señor, por el amor que vivían, por mostrarles el camino, el sentido del camino, el camino juntos, que no fue fácil, mas, nunca se distanciaron, impusieron respeto a las discrepancias, nunca se injuriaron, se dispensaron con benevolencia, el corazón se fortaleció.
Viviendo la verdad vivieron la serena sumisión, él cada día más justo, nunca cesó el flujo de la confianza. Cuando uno lloraba, el otro no perdía la calma, lo acompañaba, en silencio, dándole, solamente, vida.
El binomio maduró, se consolidó sobre su profunda entrega amorosa. Conocieron vicisitudes, sin quebranto, y nació el crecer juntos, súplica diaria a su Señor, que acogió, también, su ocasional dolor. La repuesta generosa no se hizo esperar, pudieron encontrarlo en el vértice de las inagotables gracias esponsales, la dicha y la felicidad existenciales.
En éste marco fue concebido, Ángel Alberto, aún no podía hablar, ya vivía la gracia de provenir de ESPOSOS SANTOS.

lunes, 26 de abril de 2010

INTRODUCCIÓN, RECONOCIMIENTOS

190803

Buen tiempo acaricié la idea de escribir. De una familia en la que se cultivó la intelectualidad, de jóven tuve tal inclinación.
Guardo vívida la imagen de mi abuelo como intelectual de buen nivel. El contó con interesante caudal de erudición, al que se aferró hipertrofiando su intelecto. Vivió el rigor, y lo imponía a los demás, en su condición de patriarca. Rigor impuesto, por ejemplo, en su intransigencia para con la pusilanimidad. Decía, de la mesa hay que levantarse con algo de apetito, así cuidó su cuerpo comiendo austeramente. Probé de todo, me decía, pero nada me agarró. Pero, yo que, de muy pequeño compartí bastante con él, conocí su corazón, conocí su buen grado de afecto. Infundía temor, más nadie se sintió rechazado por él. También decía, vivir con austeridad nos prepara para la adversidad.
El decía, no dejes que el corazón se sobreponga a la razón, adjudicándose una suerte de consigna que, colisionaba con lo que en su corazón habitaba. Esto era mal tolerado por su sensibilidad por lo que, vivía nervioso. En otras instancias, vivía el desprendimiento en grado que pocos lo hacen. Parafraseaba a Julio César diciendo, no sólo hay que ser honesto, también hay que mostrarse tal, y vivió la honestidad sin el menor resquicio. Podría hablar mucho más de él, tal, no es el propósito. Abuelo me escribía muchas cartas, llenas de vida, lo que despertó en mí la disposición a escribir. Mi profunda gratitud para con él.
Mi padre fue una versión más suave. De razón hipertrofiada también, aunque mucho más afectuoso. Riguroso también, oponiendo mucha tolerancia. Depositó en mí la semilla de la Confianza, sentirme incondicionalmente aceptado por él, me hizo sentir un hijo amado, depositó también en mí, la semilla de la Dignidad. Cuando le consultaba, por el inmenso respeto que le prodigaba, me decía, y vos que pensás, titubeando respondía, eso es lo que tenés que hacer me decía, sembró la Libertad. Me decía, sé que sos tenaz, lo escucho como si me lo estuviera diciendo ahora mismo, me invitó a la Autonomía. Se ocupaba demasiado, así, viví algo de Orfandad. Pero no descuidó su rol aglutinante convocando a la familia a compartir juntos momentos sencillos, naturales y especiales, así me pasó el mensaje crucial de los Vínculos.
Ambos fueron Padre para mí, conjugarlos acrecienta mi gratitud.
Al sentirle a mi madre, siento su predominante y exquisita sensibilidad, me pasó algo de que vivir, duele, lo que entorpeció el enriquecimiento oportuno de mi Corazón. Para mí, aquí, el inicio de algunos desajustes. No enriqueció ni anuló mi Corazón. Mis padres como esposos no vivieron la aveniencia, lo que marcó, en mí el deslucido modelo de matrimonio. Me refugiaba en el silencio sin caer en la inacción ya que desde que tengo memoria me recuerdo reflexivo. Esto despertó en mi la Curiosidad por la Humanidad, y despertó mi Vocación Central, que tropezó décadas, por el sufrimiento que me generaba la aludida desaveniencia. Igual, amé a mi madre, la amo mucho. Ella disfruta con plenitud, de mi incondicional dispensa, materializada en mi Profundidad. Vivió su Maternal Virtud soportando, sin derribarse, vicisitudes e injurias frecuentes. Hoy, la vivo en paz, ella también sabe de mi gratitud.
Prosiguiendo en sentir a las personas más importantes de mi vida, aparece la madre de mis hijos, con quien colisioné en razón de provenir ella de un fortísimo matriarcado, y yo de un fortísimo patriarcado. La relación tuvo grado de apacibilidad, con respeto, y buen grado de comunicacuón. Mi gratitud a ella respecto de la conciencia de lo Fundamental de ser esposos.
Mis cuatro hijos son lo más vitalizante de mi Existencia, así, y en ellos viví, el Sentido de mi Vida: ser hijo y padre. Confío haber depositado en ellos semillitas que le servirán. Hoy, vivo la serenidad, de verlos hacer bien sus caminos, mayor complacencia no conozco. Gracias, Hijos.
Mi amigo Carlos Arestivo intervino decisiva y oportunamente. Muchas Gracias, Carlos.
Mi amiga Virginia Liva fue la que más decivamente intervino. Compartí con ella muchos años. Ella logró llegar a la Esencia de mi Corazón, ayudando decisivamente a activarla para el despliegue su crucial rol armonizador. Ella logró dar con el cauce para encontrar el camino de Hacerse Persona, dispensará no lo haya logrado. Pero que yo logre plasmar este trabajo se lo debo a ella, en él vivo la misión de Cooperar con la Redención.
No puedo dejar de mencionar a Alberto Dupetit, Jesús Montero Tirado, y Antonio Cosp, tres excepcionales sacerdotes que, me ayudaron en mi Apertura a la Gracia. También a los sacerdotes Horacio y Nicolás.
Tengo la idea de que las numerosas corrientes, y los numerosos Movimientos fracasan porque, aún montados en bondadosas, y con sanas intenciones, pretenden dar cohesión a la comunidad, descuidando el paso fundamental del, encuentro del hombre consigo mismo. Reitero, llamarle paso fundamental, ya que está en el mandamiento más grande.
En ausencia total de inmodestia, yo me considero un pequeño pensador que, desarrolló modesto grado de percepción y criterio propios. Me considero infante observador de la naturalidad que, cuenta como centro al hombre y, la intersección con la Sobrenaturalidad.
Los, para mí, dos pensadores más grandes del Siglo XX, José Kentenich, alemán, y Andrê Rochais, francés, fueron los que me dieron fundamentales luces y nociones. Lo que se de ellos lo consigno. Mi trabajo, Miradas a la Profundidad, principalmente, es producto, de mi creatividad materializada por beneficio del Analisis de Sensación. La comodidad y la gratitud que experimento al esgrimirlas me dicen de su compadecencia con la Verdad.
Miro al mundo que el hombre hizo, miro al hombre desde distintas aristas para conocerlo, lo miro desde y en mi Corazón, donde lo encontré y donde me encontré, donde Vivo la Realidad Existencial Sobrenatural de sentirme Digno Hijo de Dios. Así, la Palabra del Verbo accedió con Crucialidad, y hago constante referencia a la misma. En todo, Gracias a Dios.
El Analisis de Sensación me permitió dar con el Sentido de la Vida, para mí, el Encumbrado Recurso que cuenta el hombre para Redimirse. Las miradas a su luz tiene la intención de despertar, en los que las leen, cómodas invitaciones para liberarse de los sufrimientos, crecer y vivir mejor. Impuse en él, audacia para clarificar y expresar las nociones, impuse lo mejor de mí, para llegar directamente al hombre, y ofrecerle pistas para dar con El Camino. Las miradas, también, tienen la intención de ofrecer Recursos Pedagógicos Profundos en la línea de la Inserción de los Cambios que requiere el hombre en su Estructura Fundamental. Las miradas pretenden usar lenguaje accesible a la mayoría, me temo que esto, no siempre pudo ser.
Sé que podrá generar controversias, críticas y hasta denuestos, en el grado de herejía. Tales me gratificarán porque, siginificará para mi, haber Impuesto Contenido en las miradas. Yo soy sólo un instrumento.