EL CAMINO DE CRECIMIENTO DEL CRECIMIENTO HUMANO

030803

Dejándome sentir en las personas En Camino, me nace mirar el Crecimiento, en la intención de clarificar nociones para fortalecerlo.
Ofrecerle a la persona ya adulta que, como la inmensa mayoría, vive cargando su pasado doloroso, pistas en la línea de la totalización o armonía.
La Asistencia Al Pasado Doloroso Es Muy Importante, equivale a Aligerar La Carga. Suele ofrecer la dificultad de que, por su naturaleza dolorosa, duele. Mas, no existe otro camino que reentrar en él, identificarlo, desmenuzar los elementos que lo constituyen, las circunstancias, la temporalidad, sus relaciones, el daño, la intencionalidad y, “referirlo” al Corazón. Referirlo al corazón es Ofrendarle el cúmulo de sufrimientos, ponerlos a su cargo y disposición, para que sus cualidades los asimilen, y los exoneren.
La Esencia del Corazón es El Amor, el actuar del amor se Hace en la Capacidad de Amar. Esta capacidad, que mayor o menor en las personas, nutre en modo permanente a todas las cualidades. Así le Da Vida a La Caridad que, Acepta y, sobretodo, Da desarrollo a la Indulgencia, que permite la Dispensa. Por beneficio de la Magnanimidad El Amor del hombre Acepta la injuria del daño, con Paz, y hasta con Gratuidad; a cambio, da la dispensa: el hombre se libera del sufrimiento.
Parece relativamente sencillo, no lo es tanto, por lo que se requiere ayuda, y reconocerlo es crucial. Requiere de disposición y determinación a cambiar a una vida mejor. Abrirse a, y hasta gustar, de la Verdad. Requiere el conocimiento de la realidad interior, nada fácil, ya que el hombre está tan acostumbrado al modo ordinario de vivir que llega a “creer” su realidad, cuando que en lo extraordinario está la Realidad. Conocida la Realidad se requiere de audacia para Vivirla, porque Vivirla representa enrostrarse a un mundo, masificado, desorientado, desnaturalizado y despersonalizado. Así, Vivir la Realidad es Extraordinarizarla, abandonar la masa para hacerse Indivíduo, conocer la Verdad y su Naturaleza Profunda, desatarse para unirse humanamente, Hacerse Persona con y en la Vivencia Profunda del Sentido de la Vida.
El hombre que aligera su carga, tiene la opción de dar con el Camino, el Camino del desarrollo del Crecimiento Humano, el Camino de la Sobrenaturalización. Nociones esgrimidas, cada vez más convencido, de la conveniencia de repetirlas.
La noción, del hombre como Hijo de Dios, tiene como inherente la noción de Vivir el Amor: es la Dignidad! El hombre, Digno Hijo de Dios, por ello, la cualidad más cospicua de la Humanidad. Puede decirse también, sin jugar con las palabras, que, el hombre que no Vive la Digna Condición Filial, no es Humano. Acá, la claridad de la noción de, la Identificación Paternidad-Filialidad como el Vínculo Más Encumbrado: el hombre en su Realidad más Profunda Vive la Indisoluble Salvífica Unidad, con el Mismo Dios. La Esencia del Corazón del hombre se Plasma en la Esencia del Corazón del Padre, el Amor!: El hombre Vive la Gracia y el Amor de Dios.
Vivir la Gracia y el Amor de Dios, Integra al hombre, lo Totaliza, lo Armoniza, porque se da el beneficio del Actuar, o, Vivir La Profundidad, acá en la misma tierra, en el despliegue de la Vocación Central, en el Cometido de la Misión: el Padre se Complace con la Razón de su Existencia!
Vivir el Vínculo Más Encumbrado, es, Permitir fluir sin cesar la Gracia de la Confianza, la misma que, determinó la Existencia del hombre, la misma que determina el Encuentro Consigo Mismo, al darle acceso a la Libertad que hace a la Unidad, esencia del Vínculo. Acá la claridad de la noción, la Unidad es la Libertad Impuesta al Vínculo, y la noción de que el hombre es su Libertad.
Permitir fluir sin cesar la Gracia de la Confianza, desarrolla los potenciales, los valores y los valeres del hombre, valores y valeres que hacen al hombre Sólido, Recio. Acá, la claridad de la noción de que, el hombre que vive sus valores y valeres, colmados de la esencia de su Corazón, Vive la Serenidad de la Autonomía Afectiva, y la claridad de, la noción del Tenerse, que lo hace invencible, por su reciedumbre, por su solidez: el Vínculo Más Encumbrado ya lo Ampara Eternamente.
La Capacidad de Amar, y su Grado de Aceptación, de los sufrimientos, le permite llegar al, y Vivir, El Vínculo Más Encumbrado. Lo pone en Calma, en Paz, le hace Dichoso: Vive Naturalmente La Felicidad, en la Sobrenaturalidad-Divinidad, que le Permitió, Hacer el Camino de Crecimiento del Crecimiento Humano.