viernes, 7 de mayo de 2010

SER MADRE !

A ambos dio el rol de engendrar, a ella, además el rol de velar y desarrollar la Vida. Destácase el preponderante protagonismo de la mujer. Haciendo abstracción, aún considerando, lo mal que le va a la tierra, si en la misma hubiese habido sólo varones, sería peor. Gracias, por hacer a la mujer.

En la Biblia puede leerse que hizo a ella de la costilla de Adán, estudios genéticos actuales, no concluidos, dan fuertes indicios de que el cromosoma Y, que caracteriza al varón, se desprendió de un cromosoma X, que caracteriza a la mujer. Más allá de las cuestiones cromosómicas, existe un varón, y existe una mujer.

No existe rol exclusivo del hombre o de la mujer, la mayoría puede ser desempeñado por cualquiera de los dos. Están, los más propios de uno, y de otra; están los más cospicuos de cada uno, que hacen al rol y finalmente convergen en el vértice, asexuado, del Sentido de la Vida.

El varón no tiene matriz, la mujer sí, pero no es la matriz la que hace mujer a la mujer, ni madre a la mujer. Toda concepción cuenta con la Bendición de Dios, aunque las mismas no hayan sido deseadas, o que, las mismas hayan sido producto de despropósitos terrenales. Todos los hombres son hijos de Dios, aunque tantos tanto se alejen de Él. La matriz tiene “algo de sagrado”. Dícese del hombre, Templo del Espíritu Santo, es la primera cuna del producto de la concepción.

Hay algo en la mujer que los médicos no sabemos, que le dice que ha concebido, es el mensaje que le llega con la Bendición: Alégrate!, bendición que llega hasta lo más profundo de su corazón movilizando la vida que tiene para dar, y se alegra. Lamentablemente, tal dicha no siempre se da en razón de que el corazón pudo ser “pospuesto”, o “enterrado”. Y está, el Rechazo, principio de los males terrenales.

Por el contrario, la avenencia del corazón con el producto de la concepción, inicia una relación sin par, y a la vez, eterna. Es como la “segunda bendición”, que, desarrolla, al compadecerse Él con, el Llamado, el Rol más Cospicuo de la mujer: la Maternidad! Y las que no gestan? Igual pueden ser madres, la Maternidad no es una noción biológica, es una Cualidad del Corazón de la mujer, Vocacional y Fundamental.

Que se siente distinta, algo rara, y sentirse algo distinta y algo rara genera la ausencia de síntomas, cuando la bendición fue acogida en el mismo inicio, o genera síntomas menores o mayores, en la medida de la aveniencia. Y como Dios no se cansa “muy rápido”, pronto envía “una segunda bendición”, y luego tantas más, desarrolla la Maternidad. No me deja cómodo, decir instinto, si fuera sólo instinto, aún ante el ejemplo de las hembras animales, que con fiereza, y hasta dando la vida, defienden a sus cachorros, quedaríamos animales. Si bien estamos clasificados entre los primates, Él espera del hombre, algo más: su Humanidad. He aquí un elemento fundamental de la Madre del hombre, no sólo le da la vida, la cuida y la desarrolla haciendo Seres Humanos.

Por qué la gestación dura 9 meses? No lo sé, pero sí sé, que, aquí en la tierra todo proceso requiere un tiempo, que como en este caso, ella requiere para el desarrollo de sus potenciales, y finalmente, estar lista para el alumbramiento, que se escucha con un llanto, no demora mucho en apaciguarse. Bueno, por primera vez, tuvo que llenar sus pulmones de aire, del oxígeno que lo tranquiliza, y luego de su primer baño terrenal, duerme muchas horas. Hay niños que lloran más en la nursery, y fuera de ella.

Será que algunos lloran la pena de haber nacido? Será que finalmente pueden llorar los sufrimientos desde el inicio?. Difícil responder. Y cómo no va a llorar, si le despojan de su madre. Viene, el hambre, que nunca había sentido, allá adentro, nunca había sentido. Presuroso, al seno materno, qué bien lo llaman, seno materno. Succiona más por reflejos que por instinto, y recibe el más sublime alimento terrenal: la leche materna, qué bien la llaman. Escucho decir que a algunas no les “bajó” la leche. No les bajó, porque desarrollaron hostilidad en el inicio, triste. Y, qué gusto, dormir de nuevo, duerme, niño, que mucha vigilia espera.

Unos días, ella camina como pato, con una mano sobre el despojado vientre, y la otra en la pobre cintura que soportó la situación. Esto fortalece su espíritu, aliviando rápidamente al cuerpo. Se la nota algo cansada, pero irradia dicha, tanta, que hasta el pobre hombre tonto que tiene, alivia su irritación, y ni sabe de dónde le viene el alivio. Bueno, el pobre hombre tonto, ocurre que no es madre, se le escapa. Ella lo dispensa ya que el corazón de una madre pude soportar injurias que el varón no.

He aquí, otro elemento fundamental de la Madre del hombre: la sumisión, la sana sumisión que, hace al corazón de la madre, Invencible! La Sana Sumisión de la Madre es Cualidad Cospicua, desarrollada con su Asentimiento a la Verdad, encargádale. Se da, sólo, por y con, la Gracia de Dios. Y por qué invencible? Porque no existe ofensa que pueda desnaturalizar la Condición de Madre, que, a veces, hasta tiene que soportar diatribas, hasta inverosímiles, de su propio marido, y del propio que engendró. Le duele, pero no la derriba, puede soportar hasta la misma muerte de su hijo. Claro que, la que es madre madre (la Gracia de la Maternidad), recibe entonces otra bendición, sabe que no ha muerto. Es, la Serenidad que le da la Cualidad. Por favor, no se diga resignación, lo que equivale a sucumbir ante algo, ella Mantiene la Serenidad, la vida que dio, Vive: ella vive la Serena y Sana Sumisión.

Sus hijos ya, no sólo caminan, saltan y brincan, miles de veces, se alegra, ve en esto, Vida también. Y cierto, también le cansa, le cansa lo tanto que tiene que Hacer, va desarrollando la Vida. Se acuesta rendida, rendida, pero, satisfecha de haber vivido su Infinita y Redentora Paciencia, Virtud de la Maternidad. Parece redundancia? Es la Vocación! Disfruta de la Profundidad del sueño en el Lecho de su Señor: es, la Sobrenaturalidad de la Maternidad, que Sobrenaturaliza a la Madre.

Que sabe de todo, ahora tiene que enseñar, además, matemática, gramática, y tantas otras. No descuida el brillo de la casa, que brilla, brilla porque sólo una madre puede de la casa hacer un Hogar, un cálido hogar. Esta calidez hace que de gusto volver a casa, en ella, hay alguien que no me impone reparos. Me castiga también, cierto, igual siento en ellos, que no le molesta como soy: La madre Vive naturalmente la Aceptación.

Su Aceptación no tiene límites, simplemente, porque Actúa su Corazón. Fíjense que, además de los abogados, la mayoría de las visitas a las cárceles, son madres. Sólo ellas pueden Apaciguar el descarrío de sus hijos. Da su perdón, sin pensar, sin límites, Ama sin límites. Cuida y desarrolla la Vida. Da todo de sí para sus hijos, y, acepta todo de ellos, hasta ignominiosas ofensas, devuelve el calor que derrite el descarrío, Virtud de la Maternidad.

En el poco tiempo que le queda, poda y riega sus plantas, para que Den flores, las flores que nos recuerdan que la vida es linda, por los colores que tiene, colores que la naturaleza recibe, de la madre. Así, como vimos en Vitales Espacios, la madre brinda el Espacio más propicio para el Crecimiento Sano de sus hijos, sano porque ese espacio, apenas, está lleno de Amor.

Y el pobre hombre tonto que duerme a su lado, ni cuenta se da que también disfruta de las Bondades de la Maternidad. Pavadas le hace escuchar, ella no deja de mirarle a los ojos, sonríe, él se calma. Acondiciona, el Camino de sus hijos, al padre: se hace Puente, Virtud Redentora de la Maternidad. Hace más hombre al hombre, y despierta en él la Semejanza que habita en su Corazón, Determinando la Convergencia, en el Vértice, La Dichosa Vida, como Madre. Plena de Serenidad, Vive, la Felicidad del MISMISIMO SENTIDO DE LA VIDA: SER MADRE!

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